Jorge Alberto Pérez González

Se vino el muchacho

Lo de al pueblo pan y circo cabe en Matamoros por la única razón de que no han cambiado mucho las cosas desde hace ya muchas administraciones, este análisis no es partidista por la simple y sencilla razón de que lo que se le criticaba a Poncho, a Erick, a Baltasar, a Mario y a Homar, no varía a pesar de los años.
A pesar y al pasar de los años, las mismas críticas se escuchan, no hacen nada, solo pintan y hacen fiestas, traen artistas para distraér al pueblo, no hay obra pública, las calles están llenas de baches y no atienden a la ciudadanía.
Tumban lo que los anteriores hicieron, pruebas hay muchas, lo que sigue son las fuentes danzarinas millonarias que pronto tendrán nueva sede.
Los reclamos persisten, ahora los pintan de colores, unos son azules otros tricolores, los más inteligentes son amarillos, pero no dejan de ser reclamo de que algo falta, de que algo sobra o de que no se ve nada.
Los que ya le saben, filtran datos, los que no solo suben fotos a las redes sociales, los menos cobran su silencio, los más disfrutan de las becas y las asesorías para llevar agua a su molino.
Muchos permanecen sobre la barda, pues como en los toros, el festejo se ve mejor desde la barrera de primera fila, aunque es superior desde el segundo tendido, pues desde ahí se grita y el origen se pierde en la multitud, molestando solo a los oídos castos de los noveles e imberbes funcionarios públicos.

Como no se les van atorar las cosas si corrieron a todos los que le sabían, y el pueblo paga por los errores garrafales que cuestan millones, pero que se ocultan bien, pues maquillistas de cuentas públicas si tienen, porque esos se venden al mejor postor.

Y ahí están ya, preparando su salida, ojala se les ocurra remodelar la cárcel, pues tal vez ese sea el destino final de alguno de ellos.
Hacer trampa para entrar a la playa sin hacer fila es lo de menos, lo grave fue que los que le saben, boicotearan la salida para demostrar la ingenuidad de los pitufos.
Todavía no se sientan en el poder pleno, pero ya usan mañas para desacreditarse entre ellos.

!Que lindos! Ojala que nunca cambien.
Gastar más de 3 millones de pesos en traer a la banda el recodo es algo normal, eso cobran y exigen además hospedarse en el lado americano por aquello de la seguridad, aunque el Confort Suites cobre en dólares, que al cabo, el tesorero paga.
El pueblo no va a entender porque Sebastián Rulli tampoco se hospedó para pernoctar acá en donde se le coronó con guirnaldas, pero si entenderá que eso se debió a que se le tenía preparada un cena muy intima en el exclusivo Restaurant Gabriela´s, allá en la Isla del Padre.

Y si el rey Rulli cobró 1 millón 700 mil, pues hay que comprender que está de moda el actor y que además su anfitriona se encaprichó en que viniera y pues, SE VINO EL MUCHACHO.