Y PUNTO...

Primitivo Lopez

Quizá en mal momento, cuando PRI y PAN luchan con todo, uno para recuperar la Presidencia Municipal y, el otro, para retenerla, y en los primeros días de campaña en el proceso electoral del 5 de junio, se hace presente el caso judicial del presunto desfalco millonario, entra en la escena política de Nuevo Laredo y se politiza.
Durante meses, el Cabildo neolaredense que encabeza Carlos Canturosas Villarreal, mantuvo en suspenso la denuncia penal en relación al desfalco millonario del Colector Campeche en el que aparece como responsable directo el ex alcalde Ramón Garza Barrios y 9 personas más.
El pasado lunes, cuando todo era euforia por el arranque en Nuevo Laredo de las campañas para Presidente Municipal y Diputados Locales, abogados del Municipio interponían la demanda judicial para que la justicia aclare de una vez por todas el manejo de cifras millonarias que, aseguran los panistas, no se invirtieron en el famoso Colector Campeche para el drenaje pluvial profundo y que, se sospecha, fueron a parar al bolsillo de unos cuantos.
Durante la Administración del ahora finado alcalde Benjamín Galván Gómez sólo se manejó el desastre administrativo y una deuda millonaria del Ayuntamiento.
No pasó de allí.
Pero es hasta el arribo del neopanista Carlos Canturosas Villarreal cuando se entera que existe una deuda de muchos millones de pesos con el NADBAK, que data de los últimos meses del entonces alcalde Daniel Peñas Treviño, dinero que hay que pagar y tiene que “excarvar” entre la poca documentación que le dejaron y poco es lo que encuentra para determinar si el recurso económico fue bien utilizado.
Fue entonces cuando solicitó información al NADBANK, en viaje ex profeso a San Antonio, Texas, sede de la institución crediticia .
Ante la escabrosa realidad que se había descubierto y para evitar que fuera una “cacería de brujas” o venganza política contra los priistas, se contrató a una empresa consultora externa que hiciera la auditoria técnica y financiera.
Los resultados indicaron que había habido un desfalco y que los culpables tendrían que responder.
El NADBAK se deslindó en cuanto un daño a su patrimonio por lo que el procedimiento penal quedó estrictamente en manos del Municipio de Nuevo Laredo.
La reacción inmediata del ex alcalde Ramón Garza Barrios fue una contrademanda contra el alcalde Carlos Canturosas Villarreal.
Y en ese inter en que los presuntos implicados en un flagrante acto de corrupción sean llamados a comparecer ante la ley, el tema del Colector Campeche empañó el proceso electoral, al menos en Nuevo Laredo.
De esa manera, el candidato a la Presidente Municipal de la Coalición PRI-PANAL-PVEM, Héctor Martín Canales González se vio obligado a dar la cara ante la Opinión Pública porque durante el trienio de Garza Barrios fue el Tesorero Municipal y de alguna manera estuvo enterado del manejo del los dineros para la red de colectores.
Esto a pesar de que en la lista de los ya casi Indiciados no aparece.
Su postura es sencilla:
“Si tu revisas el Código Municipal, el tesorero es pagador y cobrador, atiende a las instrucciones de un Cabildo, como cualquier empleado del Municipio”.
Aseguró “no haber tenido responsabilidad en la autorización de la Cuenta Pública desde el Congreso, Local tamaulipeco en el que ocupó una curul”.
“No, las Cuentas (de Municipios) las aprueba el Congreso en Pleno”.
Y aclaró:
“La Cuenta que fue en mi gestión se aprobó anterior a que yo estuviera en la Comisión de Hacienda y, posteriormente, es una Comisión Plural las Cuentas se pasan ya revisadas por la Auditoria y el Pleno es el que las autoriza, no las autorizó Héctor Canales”.
El “rebote” dañino a Héctor Martín Canales González es el sentido de Ramón Garza Barrios figura públicamente en su campaña de proselitismo y hasta se le achaca la paternidad de la candidatura amén, dicen, del financiamiento.
Otro personaje que está en el equipo de campaña es César Martín Valdez Peña, quien fuera Primer Síndico con Ramón Garza Barrios.
Lo peor para el PRI-Nuevo Laredo hubiera sido que el buen César hubiera sido designado presidente del tricolor municipal como se venía manejando y como relevo de Jesús Valdez Zermeño pero, por obra y gracia divina, el elegido fue Viviano Vázquez Macías.
También “están en capilla” José Alejandro Montemayor Casillas, quien fue Secretario del Ayuntamiento y Martín Ignacio Guerrero Sánchez, Primer Vocal del Comité Técnico, quienes ya andan en la campaña del tricolor.
Lo más sano para Héctor Martín Canales González es un deslinde total o de lo contrario el “cuete” le va a estallar en la mano.
Por el lado del Partido Acción Nacional, Enrique Rivas Cuellar, aspirante a ganar y mantener la Alcaldía neolaredense su postura es más que clara: “caiga quien caiga” y que debe prevalecer el imperio de la ley.
Cuestionó la justificación tardía de los priistas y de señalar como copartícipe al ex gobernador Eugenio Hernández Flores.
“Por qué hasta ahorita sales a decir que Eugenio Hernández no puso su parte, por qué dejaste correr la pelotita, que si no hubiera una denuncia estuvieran calladitos.

Creo que fue una falta de ética”.
“Piden perdón ahora por todos los errores que cometieron en la Era del Priato, en la Era Paleozoica”, añade Rivas Cuellar.
Ahora habrá que analizar el impacto que pudiera tener esta confrontación entre políticos del PRI y PAN en el ánimo del electorado y no vaya a ser que el 5 de junio el electorado o los electores se erijan en “juez imparcial” y su veredicto lo exprese en las urnas electorales.
Como quiera que sea ya se le aderezó la “pimienta” a la elección de Nuevo Laredo.
Ahora a estar atentos al desenlace porque, aseguran los enterados, habrá ¡SORPRESA!
BALTAZAR.- En su continuo peregrinar por tierras tamaulipecas, Baltazar Hinojosa Ochoa, candidato a Gobernador de la coalición PRI-PANAL-PVEM estuvo en Río Bravo donde estableció el compromiso, con los hombres del campo, de crear una nueva policía que atienda el Sector Rural.
En plática con los hombres y mujeres del campo, dijo que va a generar una propuesta para crear una vertiente del mando único pero que atienda a la zona rural.

DESIGNACION FACT TRACK.- Vaya que fue “fast track” la designación del relevo de Jesús Valdez Zermeño en la dirigencia municipal del PRI-Nuevo Laredo y que recayó en la persona de Viviano Vázquez Macías, personaje que se daba como seguro semanas atrás.
No bien los periodistas habían abandonado la sede municipal del PRI, con su nota del retiro de Chuy Valdez, cuando ya se estaba tomando protesta al nuevo dirigente.
Los periodistas recibieron la información y fotografías oficiales porque fue imposible que regresaran a cubrir la nueva buena.
Es más ni se les llamó.
Lo cierto es que quien sale perdiendo, otro golpe más, es el ex alcalde Ramón Garza Barrios quien venía impulsando a César Valdez para ese puesto y de esa manera tener el control total de la sucesión Presidencial Municipal.
El buen César aparece entre los implicados del mega desfalco del Colector Campeche.
Quien resulta fortalecido es el ex alcalde José Suárez López y su grupo político Líderes Unidos en el sentido de que recobra la confianza de su partido en cuanto a lealtad se refiere toda vez que su cuñada Dorina Lozano Coronado cambio la camiseta tricolor por la azul del PAN.
La tía Dorina aseguró que el “cambio de chaqueta” fue decisión de mutuo propio.
Sin embargo, dejó sembrada la semilla de la desconfianza hacia Pepe Suárez.
Tamaña misión le dejaron a Viviano que es sacar adelante el triunfo de Héctor Canales, Elsa Tamez, Jaime Emilio Gutiérrez Serrano y Rosa María Alvarado.

Y Punto…
(Distribuida por Laredo Press)

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